sábado, 16 de mayo de 2009

Artista: POUSSIN, N. Título: La inspiración del poeta

Nicolas Poussin. La inspiración del poeta. 1629-1630 ca. Óleo sobre lienzo. 183 x 213 cm. Musée du Louvre (París, Francia). Inv.: R. F. 1774.

Hemos creído conveniente escoger esta obra, porque el artista, Nicolas Poussin, simboliza la doctrina de la academia clasicista, a la que se contrapone con firmes argumentos Eugéne Delacroix. Para Delacroix, el color puede añadir en la expresión el grado de fuerza. La pintura propiamente dicha implica la idea de color, como una de las bases necesarias, así como el claroscuro, la proporción y la perspectiva. El contorno debe ser, pues, el resultado natural de una buena disposición de las partes esenciales.


Según el artista, las obras de Poussin carecen de unidad en todo lo que representa. Le han sido negadas las cualidades de armonía, de efecto y de color. Todas esas críticas se pueden encontrar reflejadas en La inspiración del poeta del pintor clasicista. En ella se puede observar también, palabras textuales de Delacroix, “el desdén por el color y la precisión un poco dura de su pincelada contribuyen a la impresión de la expresión de los caracteres”.


Otra de las razones por la que esta obra ha sido seleccionada como objeto de estudio es su contenido, ya que Delacroix cree que la particularidad del pintor no reincide siempre sobre el tema. El artista romántico reitera en su diario que Poussin está forzado en sus temas romanos, en sus temas religiosos; sus faunos y sus sátiros son demasiados comedidos y serios; sus ninfas son muy castas como seres mitológicos; son personas muy bellas que no tienen nada de mitológico o de sobrenatural. Parece que todas sus figuras carecen de ligazón unas con las otras y parecen recortadas; de ahí esas lagunas y esa falta de unidad, de degradación y de efecto.

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