Eugène Delacroix. Frédéric Chopin. 1838 ca. Óleo sobre lienzo. 46 x
Delacroix se sirve, al igual que hace con la pintura, de reflexiones sobre la música para mostrar problemas que afectan a todas las artes, un ejemplo de ello es el siguiente planteamiento: “¿Qué música resiste, después de algunos años, al carácter de vetustez que le imprimen las cadencias, las florituras que a menudo le dieron éxito cuando apareció?”. Con esta pregunta, válida para cualquier disciplina artística, Eugène abre paso a una larga reflexión sobre los aspectos imprescindibles de los que se ha de servir una obra de arte para que seguir brillando a lo largo de los siglos, es decir, perdurar con la misma intensidad que cuando es creada.
Consideramos que este es uno de los aspectos más importantes que trata el autor, por eso hemos creído conveniente que en esta galería de imágenes apareciera la imagen de Chopin. Lo quehemos hecho es poner al músico polaco como representante de los músicos a los que admira el pintor.
La relación entre la música y la pintura que estudia Delacroix es uno de los temas importantes de nuestra carpeta de aprendizaje, ya que a lo largo de El puente de la visión habla reiteradamente de esta conexión entre las artes. El autor, en cierto momento, llega a poner en un mismo estadio a la pintura y la música, ya que afirma que estas artes están por encima del pensamiento, y que es este aspecto el que les da superioridad frente a la literatura.
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